La empatía sin límites es una auto-agresión.
Cuando hablamos de empatía solemos hacerlo, habitualmente, en el sentido de cómo fomentarla, de educar en empatía, etc. Porque sabemos que es una capacidad necesaria y muy deseable para la vida en sociedad. Pero, ¿Qué ocurre cuando esa empatía aparece en exceso? Hay personas que tienen lo que podríamos llamar un exceso de empatía o hiperempatía que, lejos de ayudarles en el día a día, les puede llegar a suponer muchas dificultades.
Es importante tener en cuenta que la empatía en sí misma no es dañina, sino que es el exceso de empatía lo que puede ser problemático. La clave para manejar la empatía es establecer límites saludables y aprender a regular las emociones propias para no absorber las emociones y el sufrimiento de los demás.
La empatía es una habilidad valiosa y necesaria en la vida, pero es importante no dejar que se convierta en un exceso que afecte negativamente nuestra propia salud mental. Al encontrar un equilibrio adecuado y establecer límites saludables, podemos disfrutar de los beneficios de la empatía sin comprometer nuestra propia salud y bienestar.
Lidiar con el miedo al abandono o la pérdida es duro, pero mantener relaciones sin límites es aún más desgastante.
Cuidar de tu Salud Mental no debería ser un acto de egoísmo. Es el primer paso para estar disponibles emocionalmente.
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