• ¿Cómo saber si necesito terapia?

No existe una norma general que indique cuál es el momento exacto de acudir a terapia, ya que dependiendo de la persona, de la causa y de la manera de gestionar su situación y necesidades variará la urgencia para acudir o no a terapia.

Sin embargo, sí que podemos decir que resulta beneficiosa cuando detectemos que algo no va bien en nuestro bienestar emocional, o bien, queremos potenciar el crecimiento personal sin haber un malestar o problema que interfiera en nuestro día a día. 

  • ¿Por qué terapia online?

Las sesiones online han demostrado ser igual de eficaces que las presenciales, con el beneficio añadido de poder hacerlo desde donde quieras, ahorrando tiempo y desplazamientos.

  • ¿En qué consiste la primera sesión?

El objetivo principal es que nos conozcamos y te puedas sentir en un espacio seguro para familiarizarte con el proceso terapéutico. Al comienzo se hace una valoración del motivo de consulta y las posibles causas que pueden estar desencadenando el problema. 

En muchas ocasiones, no sabemos por dónde empezar a contar aquello que nos afecta, por lo que no te tienes que preocupar porque es la psicóloga la que podrá orientarte a identificar aquello que te motivó a agendar la sesión.

Con la valoración de los aspectos más relevantes, se realizará una propuesta de los objetivos y las técnicas que utilizaremos a lo largo del proceso. Al finalizar la sesión, haremos un resumen del motivo de consulta, se resolverán las dudas que hayan podido surgir y se agendará la siguiente sesión en el horario que mejor se ajuste a tu rutina. 

  • ¿Tengo que contar todo lo que me pasa?

Aunque las sesiones son un espacio de total confidencialidad, es frecuente que no te sientas con la confianza para compartir aspectos íntimos sobre tu vida, por lo que en ningún momento hay obligación de compartir aquello con lo que no te sientes cómodo o cómoda.  

  • ¿En qué consiste la terapia cognitivo-conductual?

La terapia cognitivo-conductual es una de las corrientes con más estudios empíricos contrastados que demuestran su efectividad. Esta metodología de trabajo ayuda a modificar nuestra forma de pensar (parte cognitiva) y la manera en que actuamos (parte conductual) para favorecer nuestro bienestar. 

  • ¿Cada cuánto suelen hacerse las sesiones?

Aunque la frecuencia puede variar en función del caso, recomendamos empezar con una regularidad de entre 1-2 semanas para que el trabajo pueda ser significativo. A medida que vamos avanzando, comentaremos la posibilidad de espaciar las sesiones cuando se adquieran los recursos necesarios para gestionar las dificultades.